martes, 30 de junio de 2015

TRATAMIENTO DE INDUCCIÓN AL HUEVO

Como ya os conté anteriormente, mi empeño en mejorar la calidad de vida de mi hijo con el tema de sus alergias alimentarias sigue siendo una de mis prioridades, y éste mismo fue el que un día me llevó hasta Zaragoza. 
Os comento, en esa época empezaba a verse por el telediario noticias sobre un tratamiento que estaban haciendo en algún hospital de España que se trataba de inducir el alimento al niño para que en un tiempo llegara a tolerarlo y no tener ninguna reacción alérgica, y no como se estaba haciendo habitualmente en el resto de hospitales, retirar el alimento por completo de la dieta del niño. Pero esto no nos podía ayudar ya que presentaba dos problemas, uno es que dicho tratamiento se hacía en un hospital de Madrid y el otro que el tratamiento lo estaban realizando con alérgicos a la leche.
Pero por suerte o por intervención divina,
un día que teníamos visita en el pediatra, nos atendió otro pediatra que estaba sustituyendo al nuestro. Cuando le comentamos el problema que estábamos viviendo con nuestro pequeño en relación a la comida, la manía que le había cogido a todo lo que le poníamos en el plato y la dificultad que teníamos para variar su dieta, nos comentó que en el hospital infantil de Zaragoza había un pediatra alergólogo que estaba realizando el tratamiento de inducción y que lo estaba haciendo también con el huevo, y ya que yo era de Zaragoza que intentáramos hacer  lo posible para que lo visitara, ya que estaba dando muy buenos resultados.

Y así lo hicimos, y junto con la ayuda de mis padres, que se lo agradeceré toda mi vida, conseguimos que mi hijo entrara dentro de este nuevo tratamiento.

Lo primero que le indujeron fue el huevo elaborado (bizcocho, croquetas empanadas con huevo), se lo teníamos que ir dando poco a poco, en intervalos de diez minutos y cuando ya lo había ingerido todo, esperábamos una hora para ver si le producía algún tipo de reacción. Con ninguno de los dos alimentos que le dimos tuvo reacción.
Ese día nos fuimos a casa locos de contentos, nos habían dicho que desde ese momento nuestro hijo podía comer bizcochos , galletas, croquetas, carne empanada... todo aquello que llevara huevo pero que estuviera elaborado y que nos olvidáramos de mirar las trazas. ¡¡No nos lo podíamos creer!!... ¿Os imagináis lo que eso suponía? Íbamos a poder darle un montón de alimentos que hasta ese momento los teníamos prohibidos. ¡Dios, lo estoy escribiendo y todavía noto la emoción que sentí en ese momento! Los que estáis pasando por esta situación o la habéis pasado seguro que me entendéis.....
Para nosotros el hecho de no tener que estar mirando etiquetas o cocinar su comida a parte o poder ir a comer fuera de casa sin miedo alguno, es lo que verdaderamente hizo que mejorara la calidad de vida de nuestro hijo y claro está, de toda nuestra familia.

Mañana tenemos de nuevo visita, ¿A ver si nos dan buenas noticias?
No puedo acabar esta entrada sin expresaros la gran tristeza que siento porque este tratamiento no se realice en todos los hospitales y haga la vida de los niños con alergias y sus familias mucho más fácil.
¿Por qué algo que puede ayudar a estos niños y esta dando tan buenos resultados no se aplica al resto de hospitales? 

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